miércoles, 16 de noviembre de 2011

SUROESTE ANTIOQUEÑO: UNA REGIÓN PARA GOZAR.

El Suroeste Antioqueño, conformado por municipios que reflejan la tradición arriera, es famoso no solo por la belleza de sus parques, sino también porque allí se pueden apreciar las hermosas fincas cafeteras que también ofrecen servicio de alojamiento, los trapiches y hasta conocer las minas de carbón y todo el proceso de explotación.

Esta subregión del departamento de Antioquia tiene un sinnúmero de atractivos que vale la pena disfrutar:

El municipio de Jardín es famoso por los colores de sus casas y sus balcones florecidos, sin dejar de mencionar los trapiches paneleros, donde se conoce de cerca el proceso de la elaboración de la panela y sus derivados, las trucheras y las cuevas donde se puede practicar rappel.

El pueblo cafetero de Támesis, cuenta con atractivos poco comunes como los petroglifos tallados por los indígenas en grandes rocas y los spa dirigidos a turistas que quieren planes de descanso y relajación.

Santa Bárbara ofrece la opción de caminos ecológicos y sitios de gran valor natural, donde los caminantes son frecuentes y se cuenta además con cerros de donde se lanzan parapentistas.

La Pintada es un destino a orillas del río Cauca que cuenta con una variada oferta de hoteles, hosterías y zonas de camping. Es un destino obligado por su clima, sus frutas y la posibilidad de practicar deportes náuticos y de aventura como el rafting.

Así mismo se encuentra Hispania, municipio con un camino de piedra denominado Parque Lineal que conduce al río Pedral, famoso por sus charcos y miradores.

Y como olvidar Jericó, su parque principal es uno de los más lindos de Antioquia con sus 16 capillas, mundialmente conocido por la fabricación productos marroquineros y de uno de los principales símbolos de los antioqueños: el carriel. 

Definitivamente hay que visitar y gozar esta región tan hermosa de Antioquia, salir un poco de la rutina, y disfrutar de aquello tan representativo y tradicional de nuestra cultura.

lunes, 14 de noviembre de 2011

RUTA LECHERA DE ANTIOQUIA

El Norte antioqueño es una opción de turismo con el campo, con la producción lechera y afines, ecoturismo, aventura y recogimiento espiritual. Esta subregión de Antioquia se ubica sobre un altiplano donde se entrelazan verdes paisajes y una bella arquitectura con su gente amable y una acogedora oferta hotelera.

Son muchos los sitios que se pueden visitar en los municipios que incluye este recorrido, estos son algunos de ellos:

El municipio de San Pedro de los Milagros y su Basílica Menor, denominada “la Sixtina de Antioquia”, exige una mirada detenida a las pinturas en su techo y donde se exhibe una excelente replica de la famosa “Pietá” de Miguel Ángel.

El Parámo de Belmira es un tesoro para los amantes de la naturaleza. El recorrido debe hacerse con guía. Allí se pueden apreciar hermosos paisajes, la laguna El Morro, vegetación y fauna exuberantes. La reserva natural es habitada por innumerables especies, algunas en vías de extinción como el cóndor de los Andes, y animales salvajes como pumas, que han sido identificados por Corantioquia.

El teleférico de Gómez Plata realiza el trayecto más inclinado de América Latina, se ubica en el corregimiento El Salto, desde donde se puede observar una linda caída de agua sobre el río de Guadalupe.

En los municipios de Entrerríos y Belmira se podrán visitar las trucheras, páramos y embalses, donde se practica la pesca deportiva, para luego gozar de exquisitos platos, en los que el pescado no podrá faltar. Esta zona cuenta con áreas de camping y es un ambiente ideal para descansar en armonía con la naturaleza.

En el municipio de Angostura, se puede conocer de cerca qué hizo y cómo fue la vida del Padre Marianito, beatificado por la Santa Sede en el año 2000.

El trayecto de la Ruta Lechera lleva también al Alto de Matasanos, tradicional lugar para vuelos de parapente. 

Los amaneceres que se aprecian desde la meseta que soporta al municipio de Santa Rosa de Osos, considerado el más representativo de la subregión, son para no perdérseles. Son el referente para la celebración de sus fiestas, al mismo tiempo que se convierten en un espectáculo para quienes prefieren la tranquilidad.

 Sin duda alguna todos ellos ideales para salir de la rutina y realizar otras actividades bastante interesantes.

sábado, 12 de noviembre de 2011

BAJO CAUCA ANTIOQUEÑO: UNA REGIÓN QUE NOS DELEITA CON SUS PAISAJES.

El Bajo Cauca es una zona en la que los visitantes pueden hallar una mezcla interesante de culturas, pues es un punto donde converge la costa atlántica y el departamento de Antioquia, siendo una ruta con maravillosos paisajes, ciénagas y pozos de agua natural. Allí los visitantes podrán realizar distintos tipos de turismo, a continuación algunos de ellos:

TURISMO DE SOL Y PLAYA : Bajo Cauca es una región que resalta por su agradable clima cálido; donde el turista podrá disfrutar del sol, de sus balnearios naturales, del descanso y la tranquilidad que contrastan con la gran variedad  de paisajes, cultura y diversión.

ECOTURISMO: El Bajo Cauca cuenta con múltiples lugares para practicar el ecoturismo. Esta región considerada reserva natural, le permite  al  turista interactuar  con el medio que lo rodea, y detenerse a disfrutar y a explorar de la exuberante flora, sus quebradas, sus grutas, cavernas, cuevas y aguas cristalinas.

TURISMO RELIGIOSO: Recorridos por lugares con numerosas iglesias como la catedral de La Sagrada Familia en Caucasia y los cementerios que allí se encuentran, es lo que hace a el Bajo Cauca una región llamativa para celebrar las festividades religiosas y  descubrir la historia de sitios  que se han convertido en patrimonio cultural y en emblema de la religión, todo esto  se conjuga con el descanso y la tranquilidad.

Aqui les dejo un excelente video muy corto presentado por la modelo y empresaria Antioqueña Paula Andrea Betancur, con el que muy seguramente quedaran antojados de visitar y disfrutar de los lindos paisajes que nos ofrece el Bajo Cauca.

viernes, 11 de noviembre de 2011

GASTRONOMÍA ANTIOQUEÑA

 La gastronomía antioqueña, no es otra que la que se ha ido transmitiendo de generación en generación, aquella que permanece en la memoria de las abuelas y se rescata mediante la tradición oral. Aunque la olla de barro fue reemplazada por la olla a presión, el molino metálico por el ayudante de cocina y el fogón de leña por la estufa a gas, las recetas se fueron incorporando y modificando de acuerdo con la época, y aun así continúa ese apego a lo nuestro, a platos tan representativos de la región como la bandeja paisa o bandeja de arriero.

Todos los que somos de Antioquia, e incluso muchos que ni siquiera lo son, pero disfrutan saboreando una bandeja paisa, no conocemos mucho a cerca de este plato típico de la región, tal vez no más allá de sus ingredientes.
Sin embargo no sobra recordar esos alimento que juntos conforman un plato que muy seguramente añoran quienes están fuera del país: La bandeja paisa reúne una variedad de alimentos en abundancia, tales como fríjoles, arroz, chicharrón o chorizo, tajadas de plátano maduro, arepa, huevo, carne molida y aguacate, y es acompañada generalmente con mazamorra.

Así mismo en nuestra despensa agrícola hubo aportes españoles importantes como: la cebolla, la zanahoria, la remolacha, el repollo, la habichuela, el ajo, la col, la arveja, las lentejas, frutas como la manzana, el durazno, mango, limón, banano, pimienta, nuez moscada, y la canela, entre muchos otros alimentos, entraron de manera paulatina durante varios siglos y se arraigaron en nuestra cocina paisa.

Y es que además de la bandeja paisa, alimentos y bebidas como el sancocho, la arepa en todas sus variedades, el tamal, la empanada, la aguapanela, la mazamorra, el guarapo, la parva, el hogao, los encurtidos, los fríjoles en sus diferentes variedades, el calentao, la sopa de cura en vereda, sopa de arroz, el sudao, el chocolate parviao, los dulces caseros, etc, constituyen nuestro patrimonio intangible que va a manteles y se degusta a diario en nuestras mesas, restaurantes y hoteles.

Sin duda la tradición gastronómica es una construcción colectiva, pues la comida define la manera como vivimos: somos lo que comemos. Muchos rituales tienen su punto de encuentro ante un fogón. Al constatar la diversidad culinaria de Antioquia celebramos la diversidad en sí.

domingo, 6 de noviembre de 2011

SUBREGIÓN DE URABÁ: NO EN VANO LLAMADA “LA TIERRA PROMETIDA”

Esta subregión de Antioquia, tiene razones para ser conocida también como “La mejor esquina del mundo”, puesto que posee exóticos paisajes dignos de admirar, llenos de gente amable y siempre alegre.


Lugares tan maravillosos como Necoclí, el municipio más antiguo de Antioquia con 500 años de fundación y que hoy le apuesta al ecoturismo, ofrece diversos atractivos turísticos entre los cuales podemos encontrar: cabalgatas para disfrutar de toda su flora y fauna e interactuar con las comunidades nativas, visita a la ensenada de Rionegro con su ecosistema de manglar y la imponente ciénaga de la Marimonda.
´
Asi mismo, Apartadó, considerado como el municipio líder del Urabá Antioqueño, por su infraestructura y su gran actividad comercial, cuenta con un sinnúmero de plantaciones bananeras y plataneras que constituyen el principal renglón de la economía de esta región, por lo que es común que los visitantes asistan a estas fincas en las que pueden observar el proceso de producción del banano, el cual finaliza con la exportación de esta fruta tropical.

Pero además, en el municipio de Arboletes, es posible disfrutar de hermosos paisajes naturales, así como “bañarse” en el volcán de lodo que se cree tiene propiedades medicinales.

Y es que los anteriores atractivos turísticos son solo algunos, de los muchos que pueden encontrarse en los otros municipios del Urabá Antioqueño como Turbo, Chigorodó y Carepa. Solo falta animarse a visitar esta región en la que las sabanas se juntan con las montañas, los ríos con el mar, y en la que se congrega la diversidad cultural y ecológica para hacerlo un lugar único.

domingo, 30 de octubre de 2011

CONOCIENDO LAS RUTAS

Muchos de nosotros sabemos sobre los municipios de Antioquia y las subregiones en las cuales se divide el departamento.

Sin embargo, no conocemos mucho acerca de las diferentes Rutas turísticas que se pueden encontrar, cada una de ellas nombrada por características propias de los municipios que recorre. Ejemplo de ello es la Ruta de la leche (Norte de Antioquia), llamada así por ser un sector de gran producción lechera y productos lácteos, la Ruta del Sol y la Fruta (Occidente de Antioquia), denominada así por su gran variedad de árboles frutales y sus sitios de recreo, y la Ruta verde (Oriente de Antioquia), nombrada de esta manera por los increíbles paisajes naturales que se pueden observar. Las anteriores son rutas sobre las cuales la mayoría ha oído o ha visitado, pero hay otras que son poco mencionadas.

Una de ellas es la Ruta del oro, el ganado y la pesca, la cual recorre el Bajo Cauca, es decir, los municipios de Cáceres, Caucasia, El Bagre, Nechí, Tarazá y Zaragoza, pasando por poblaciones que conservan parte de su arquitectura y en las que podemos ver un abanico de tradiciones que habla por sí mismo de nuestra historia.

Así mismo, tenemos la Ruta del café, en la cual se podrá disfrutar de la belleza de los municipios del Suroeste como Jardín, La Pintada, Santa Bárbara y Támesis, apreciando aquellas montañas que se convirtieron en el lugar ideal para la siembra de café, y en el hogar del típico antioqueño arriero. Allí, los visitantes tendrán la oportunidad, por ejemplo, de practicar deportes náuticos y de aventura como el rafting, conocer los trapiches para ver de cerca el proceso de elaboración de la panela y sus derivados, así como las imponentes iglesias entre las cuales cabe destacar la del municipio de Jardín, declarada monumento nacional.


Todas las anteriores rutas, sea cual sea, reafirman que Antioquia tiene un sinfín de maravillas por conocer, y que cada rincón esconde riquezas que necesitan ser descubiertas.

lunes, 24 de octubre de 2011

¡ESO ES TÍPICO!


Típico de los pueblos de Antioquia es que llegues, y aun siendo un total desconocido, te saludan alegremente y te pongan conversa.

Típico es ver a sus habitantes con su carriel, su machete y como no, con su sombrero.

Típico es ver la escalera que llega al pueblo, llena hasta más no poder, y que uno no sabe ni cómo se acomodan, pero el caso es que caben.

Típico es escuchar en las cantinas del pueblo aquellos infaltables éxitos de “el charrito negro”, Darío Gómez y Vicente Fernández.

Típicos son los jeeps que viajan a las veredas llenos hasta la capota. Sus conductores son expertos, capaces de meterse por cualquier trocha, así llueva y relampaguee, bordeando esos abismos tan fáciles de encontrar en las tierras antioqueñas. 

Típico es ver como todos concurren a la iglesia del pueblo y a la plaza de mercado todos los domingos.

Típico es deleitarse con  un plato de mondongo, unos fríjoles acompañados de agua de panela, una bandeja paisa, pandeyuca, panderitos, arepas de chócolo con quesito y chocolate caliente, sancocho de gallina criolla, pionono, mazamorra, etc, etc, etc…

Típico es ver allí a gente que no necesita de lujos para vivir feliz y que les basta salir de sus casas para contemplar paisajes únicos.